Imágen de la Procesión del Señor de los Milagros

En octubre, Lima aún mantiene el cielo gris, pero contrasta con el morado de las calles y la ropa de la gente. La famosa e inédita procesión del Señor de los Milagros, el mayor evento religioso del año en nuestro país, suele celebrarse en torno a las tradiciones y creencias de mover montañas durante el mes morado. Sin embargo, desde 2020, debido a la natural natural y a prevenir la expansión de Covid-19, la tradición fue suficiente esta vez. ¡Continúe leyendo para descubrir la forma en que sucederá el Señor de los milagros este año, así como su historia y tradiciones

¿Qué días se celebra el Señor de los Milagros en el Perú?

El Señor de los Milagros sale en procesión el primer sábado de octubre desde el monasterio de Las Nazarenas hacia la catedral de Lima, y regresa a su lugar de origen al día siguiente. Recorre distintas calles de Lima el 18, 19 y 28 de octubre. Su último recorrido es el 1 de noviembre, cuando el Cristo sale del santuario de Las Nazarenas y regresa al monasterio hasta el próximo año.

Gastronomía típica del mes morado

Como en cualquier celebración peruana, no puede faltar la comida típica. En el mes morado el turrón de doña Pepa es un infaltable postre en la mesa de los peruanos. El turrón se prepara con palitos de harina y manteca que se cubren de miel e innumerables grajeas de colores. Según cuenta la historia, una esclava morena de nombre Josefa Marmanillo, o doña Pepa, se curó de una parálisis en sus brazos tras rezarle al Señor de los Milagros. En agradecimiento, creó uno de los postres más sabrosos del Perú. Existen de muchas presentaciones, pero el sabor clásico y tradicional permanece igual.

Otro platillo que no puede faltar son los picarones, que nos dejan chupándonos los dedos de lo deliciosos que son. En el siglo XVII se comenzó a ofrecer este manjar en las procesiones del Cristo Moreno y se convirtió en una tradición que los fieles disfrutan mientras acompañan a la santa imagen por las calles de Lima. La receta no ha variado a lo largo de los años. Se prepara con harina de trigo mezclada con zapallo y camote, que se sumerge en aceite hirviendo hasta lograr su característica textura crocante. Se acompaña con miel de chancaca.